BIENVENIDOS A ESTE MARAVILLOSO PROYECTO

PARA REFLEXIONAR......

Te invito para que iniciemos observando el siguiente video "Desarrollo sostenible" más allá del paradigma.... de Leonardo Izquierdo, para generar un espacio de reflexión.


DESERTIFICACIÓN

Para Iniciar.....
Desarrolla el siguiente test de conocimientos previos y luego de trabajado todo el módulo repítelo para identificar fortalezas y debilidades.
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdWZC-nB36xw9nBau57ZyD3U57vErVVdGFoLWyAz29T05mrGg/viewform?usp=sf_link
Buena suerte

¿Qué es la desertificación?


Tierras secas en la actualidad

La desertificación consiste en una degradación persistente de los ecosistemas de las tierras secas producida por las variaciones climáticas y la actividad del hombre. Está presente en todos los continentes (salvo en la Antártida) y afecta al medio de vida de millones de personas, entre los que se encuentran buena parte de los pobres que viven en las tierras secas.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) define este proceso como «la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas». Por su parte, la degradación de las tierras se define como la reducción o pérdida de productividad biológica o económica de las tierras.

Las tierras secas, que suponen un 41% de la superficie terrestre del planeta, albergaban en el año 2000 a un tercio de la población humana, es decir, 2.000 millones de personas.

Los servicios de los ecosistemas son los beneficios que el hombre obtiene de los ecosistemas; por ejemplo, cosechas, forraje y madera. En las tierras secas, la producción de estos servicios está limitada por la escasez de agua, el uso intensivo de los servicios y el cambio climático, supone una amenaza mucho mayor en las tierras secas que en el resto de sistemas. Las zonas más vulnerables a la desertificación son las tierras secas subsaharianas y centroasiáticas.

La desertificación se produce como resultado de un desequilibrio a largo plazo entre la demanda de servicios de los ecosistemas por parte del hombre y lo que los ecosistemas pueden proporcionar. En la actualidad, existe una presión creciente sobre los ecosistemas de las tierras secas en cuanto al suministro de servicios como la alimentación, el forraje, el combustible, los materiales de construcción y el agua, que es necesaria para el hombre, el ganado, el riego y el saneamiento. Este incremento se atribuye a una combinación de factores humanos (como la presión demográfica y el modelo de uso del suelo) y climáticos (como las sequías). Aunque la interacción de dichos factores a escala mundial y regional es compleja, sí es posible entenderla en la escala local.

Aproximadamente entre el 10 y el 20% de las tierras secas se encuentran ya degradadas y, de no tomarse medidas al respecto, la desertificación pondrá en peligro futuros avances en el bienestar humano y posiblemente hará perder el bienestar ganado en algunas regiones. Por todo ello, la desertificación es en la actualidad uno de los mayores desafíos medioambientales y un obstáculo de primer orden a la hora de satisfacer las necesidades básicas del hombre en las tierras secas.

La desertificación y su verdadera causa la sobrepoblación humana 



¿Cuál es la relación entre desertificación y bienestar humano?
"La desertificación es potencialmente la mayor amenaza para el medio de vida de las personas pobres planteada por un cambio en los ecosistemas. La merma persistente de los servicios de los ecosistemas que provoca la desertificación permite establecer una relación entre la degradación del suelo de las tierras secas y la pérdida de bienestar humano."

En las tierras secas, la proporción de la población que depende de los servicios de los ecosistemas para cubrir sus necesidades básicas es mayor que en el resto de ecosistemas. De hecho, muchos de los recursos esenciales, como los cultivos, el ganado, la leña y los materiales de construcción dependen del crecimiento de las plantas, que a su vez depende de las condiciones climáticas que determinan la disponibilidad de agua.

Es normal que se produzcan fluctuaciones en los servicios proporcionados por los ecosistemas, Sin embargo, cuando se produce una merma persistente de todos los servicios durante un periodo prolongado podemos hablar de desertificación. Los habitantes de las tierras secas han encontrado maneras de hacer frente a periodos de escasez de hasta varios años; pero si la escasez se prolonga demasiado, llega un momento en que tanto sus recursos como su capacidad de adaptación quedan desbordados, con consecuencias irreversibles. Existen factores demográficos, económicos y políticos (como la posibilidad de migrar a zonas no afectadas) que pueden aumentar su capacidad de resistencia a la escasez de servicios durante periodos prolongados. 


¿Se notan los efectos de la desertificación fuera de las tierras secas?
Una pareja vuelve a casa bajo una tormenta de polvo en Xinlinhot (Mongolia Interior), R. P. China
Fuente: EM

La desertificación también tiene repercusiones medioambientales fuera de las zonas en las que se produce. Por ejemplo, los procesos de desertificación y la disminución de la vegetación pueden formar partículas en suspensión en el aire y alteran, entre otras cosas, los procesos de formación de nubes y el régimen pluvial. Las nubes de polvo de grandes dimensiones pueden tener repercusiones tanto de forma local como a miles de kilómetros de distancia del lugar de origen, afectando a la calidad del aire y ocasionando problemas de salud en zonas con mayor densidad de población. Por último, la disminución de la cubierta vegetal en las tierras secas provoca inundaciones destructivas río abajo, así como una acumulación excesiva de arcilla y limo en los embalses, pozos, deltas fluviales, desembocaduras y zonas costeras, situados con frecuencia fuera de las tierras secas.

En cuanto al impacto social y político repercute en el flujo de personas de las tierras secas hacia otras regiones donde puede contribuir a una expansión urbana descontrolada y provocar tensiones sociales, étnicas y políticas, tanto interiores como transfronterizas. Las migraciones que se producen como consecuencia de la desertificación podrían poner en peligro la estabilidad política y económica a nivel local, regional o incluso mundial, así como alentar la intervención de otros países.


¿Cuáles son las principales causas de la desertificación?
"La desertificación se produce como consecuencia de una combinación de factores sociales, políticos, económicos y naturales que varían según el lugar y evolucionan con el tiempo. Entre ellos se encuentran factores indirectos como la presión poblacional, factores socioeconómicos y políticos, el comercio internacional y factores directos como la distribución de los usos del suelo y las técnicas de explotación o los procesos relativos al clima."

Las políticas que se traducen en un uso insostenible de los recursos y en un déficit de infraestructuras adecuadas contribuyen en gran medida a la degradación del suelo. La agricultura puede resultar beneficiosa o perjudicial, en función de cómo se gestione. Las instituciones locales pueden ayudar a prevenir la desertificación permitiendo a los usuarios de las tierras un uso y una gestión más efectiva de los servicios de los ecosistemas, así como un acceso más amplio a la tierra productiva, el capital, la mano de obra y la tecnología.

Las políticas que fomentan la agricultura sedentaria en detrimento del pastoreo nómada pueden contribuir a la desertificación. La mayoría de las zonas secas, en concreto el 65%, son pastos más aptos para el pastoreo sostenible que para la producción agrícola. Tanto la sedentarización de los pueblos nómadas como la restricción de sus desplazamientos contribuyen a la desertificación porque reducen su capacidad de adaptar sus actividades económicas ante situaciones adversas como la sequía.

Cuando agricultores y pastores pierden el control sobre la tierra que explotan o la garantía de continuidad a largo plazo, dejan de tener alicientes para utilizar métodos sostenibles desde el punto de vista medioambiental, y esto puede repercutir gravemente sobre la desertificación. El control y la garantía de continuidad no implican necesariamente derechos de propiedad privada; de hecho, la gestión colectiva y la gestión en manos de la comunidad han resultado bastante eficaces. Las decisiones equivocadas pueden provocar problemas de escasez de agua, agotamiento de los acuíferos, erosión del suelo y salinización.



¿Cómo podrían afectar los diferentes modelos de desarrollo a la desertificación?

"El crecimiento de la población, junto a la demanda creciente de alimentos, provocará la expansión y la intensificación de los cultivos en las tierras secas. Si no se toman medidas al respecto, la desertificación y la degradación de los servicios de los ecosistemas en las tierras secas pondrán en peligro las mejoras futuras en el bienestar humano y posiblemente harán perder el bienestar ganado en algunas regiones."


¿Qué medidas pueden contribuir a prevenir la desertificación?

El abancalado detiene la erosión y retiene el agua de lluvia para el cultivo de olivos (Túnez)
Fuente: EM

La creación de una cultura de prevención puede contribuir en gran medida a la protección de las tierras secas, tanto si la desertificación es incipiente como si se encuentra ya en curso. Esta cultura de prevención requiere un cambio de actitud por parte de gobiernos y ciudadanos. Se ha demostrado que las poblaciones de las tierras secas pueden anticiparse a la desertificación si mejoran sus métodos agrícolas y su régimen de pastoreo de forma sostenible, apoyándose en la experiencia a largo plazo y la capacidad de innovar.

Las medidas preventivas pueden consistir en:
  1. Coordinar la gestión de las tierras y de los recursos hídricos para proteger el suelo de la erosión, la salinización y otras formas de degradación.
  2. Proteger la cubierta vegetal, que puede tener un papel de primer orden en la protección del suelo contra la erosión del viento y del agua.
  3. Fomentar la coexistencia del pastoreo y los cultivos en las tierras que reúnen las condiciones propicias, que permite un ciclo de nutrientes más eficaz en los sistemas agrícolas
  4. Combinar los métodos tradicionales de explotación de la tierra con tecnologías aceptadas y adaptadas de forma local.
  5. Proporcionar a las comunidades locales los medios necesarios para que puedan prevenir la desertificación y gestionar con eficacia los recursos de las tierras secas.
  6. Apostar por modos de vida alternativos que no dependan del uso tradicional del suelo, por ejemplo, la acuicultura en las zonas secas, la agricultura de invernadero y las actividades relacionadas con el turismo, que requieren un menor uso de las tierras y los recursos naturales locales y no dejan de ser una fuente sostenible de ingresos.
  7. Fomentar oportunidades económicas en los centros urbanos de las tierras secas y en otras zonas fuera de las tierras secas.

¿Qué medidas pueden revertir la degradación del suelo?

Las medidas de recuperación y restauración pueden ayudar a restablecer servicios de los ecosistemas que se habían perdido a causa de la desertificación. La restauración pretende devolver los ecosistemas a un estado anterior con todas sus funciones y servicios, mientras que la rehabilitación intenta reparar partes concretas de los sistemas, para recuperar la productividad de los ecosistemas.

Para tener éxito, las tareas de recuperación y rehabilitación de las zonas secas desertificadas requieren una combinación de políticas y tecnologías y la colaboración estrecha de las comunidades locales.

Ejemplos de medidas de restauración y recuperación de los ecosistemas:
  1. Crear bancos de semillas
  2. Reintroducir determinadas especies
  3. Contener la erosión a través del abancalamiento y otros medios
  4. Aportar nutrientes al suelo
  5. Plantar árboles
Las medidas que incentivan la recuperación son, entre otras, el desarrollo de capacidades, las inversiones de capital y las instituciones de apoyo.

El éxito de las medidas de recuperación depende de la disponibilidad de recursos humanos, medios económicos e infraestructuras, así como de las percepciones culturales y del grado de dependencia respecto a las tecnologías externas. Un acceso adecuado a estos recursos puede llevar a la recuperación efectiva de algunos servicios de los ecosistemas y también reducir la pobreza. Cuando no se reúnen dichas condiciones, los esfuerzos de recuperación resultan en vano. Por lo tanto, restaurar los servicios degradados en las tierras secas podría resultar complicado aunque se cuente con intervenciones políticas y tecnológicas de primer orden.

¿Están relacionadas la desertificación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad?
La desertificación reduce la diversidad biológica, que contribuye a muchos de los servicios que los ecosistemas de las tierras secas proporcionan al hombre. La flora y su diversidad tienen un papel decisivo en la conservación del suelo y en la regulación de las aguas superficiales y el clima local. La alteración del suministro de los servicios interrelacionados que proporciona la biodiversidad vegetal en las tierras secas es uno de los desencadenantes clave de la desertificación y sus múltiples consecuencias, incluyendo la pérdida de hábitat para otras especies.
 Con Interrelaciones y Circuitos de Retroalimentación entre la Desertificación, el Cambio Climático Mundial y la Perdida de Biodiversidad

La desertificación afecta al cambio climático mundial a través de la pérdida de suelo fértil y vegetación. De hecho, el suelo de las tierras secas contiene grandes cantidades de carbono que podría pasar a la atmósfera a causa de la desertificación, con repercusiones importantes para el sistema climático mundial. Se calcula que cada año las tierras secas liberan 300 millones de toneladas a la atmósfera a causa de la desertificación, lo que supone cerca del 4% de las emisiones mundiales si juntamos todas las fuentes.

El impacto del cambio climático mundial sobre la desertificación se reflejan por un lado, el incremento de las temperaturas puede tener efectos negativos al aumentar la evaporación del agua del suelo y reducir las precipitaciones en las tierras secas. Por otro lado, el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera puede potenciar el crecimiento de algunas especies de plantas. El cambio climático podría traducirse en un mayor riesgo de aridez y desertificación en muchas zonas, aunque es difícil predecir los efectos de la subsiguiente pérdida de biodiversidad sobre la desertificación.

Los esfuerzos de gestión medioambiental dirigidos a luchar contra la desertificación, conservar la biodiversidad y mitigar el cambio climático están relacionados en muchos sentidos. Por lo tanto, una aplicación conjunta de las convenciones de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, sobre Diversidad Biológica y sobre Cambio Climático puede proporcionar múltiples beneficios.

El bosque protector la desertificación un problema global 
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